viernes, 5 de julio de 2013

quiero que me veas llorar (final)

(Parte del capítulo final del relato "quiero que me veas llorar", escrito como terapia del alma allá por 2004)
 

... y sé que no hace falta decir lo que pienso, porque ella ya lo sabe todo; y también ella se calla las cosas que ambos sabemos, porque no hace falta decirlas.

– Quiero dormir cada noche abrazado a ti, y que me perdones todo lo que me puedas perdonar – le susurro a los ojos – y despertarte cada mañana siguiente con un beso que me devolverás porque esa noche me has vuelto a perdonar.
– Yo también lo quiero – responde Tania –. Quiero que me veas llorar siempre que lo haga, porque estoy cansada de impedírtelo; porque – continúa – yo también soñé una noche con el laberinto y te vi pasar y supliqué en silencio, o a gritos que parecías no escuchar, que me ayudases, y llegué a pensar que te habías ido, que tenías tanta prisa por llegar a la playa que no me habías visto llorar en mi rincón, al final de mi pasillo.

Y si ahora lloramos juntos es porque los dos logramos escapar y ahora estamos aquí, – se detuvo un instante, reconociéndose en ese ángel que dibujaba el infinito en un cristal mientras observaba las luces de la ciudad para asegurarse de que no veía ninguna línea verde – porque tú sigues vivo y yo acabo de descubrir que nunca lo estuve tanto como en este momento.

Posó sus labios sobre los míos, intentando que ese beso durase para siempre. Lo hizo de una forma dulce, suave y delicada, procurando no hacerme daño – y no lo hizo, nunca lo hace – y pienso, por vez última, en un laberinto y en un viaje que, ahora sí, se acababan de convertir en un sueño lejano y pasado de fecha.

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"quiero que me veas llorar" por lisardo díez llamazares se encuentra bajo 
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